sábado, 19 de enero de 2013

Cantata de Puentes Amarillos.



Otra vez me llama la atención la misma canción
no sé/ no sabemos si son sus cambios, sus partes. Su aparente simpleza o su extrema complejidad lo que nos envuelve entre la dulzura de cada sonido escuchado y la voz del flaco.
Me acompaña. Me hace recordar lo que me gusta de la música.
Me hace querer tocar la guitarra (aunque no sepa hacerlo)
Me hace volar hacia dentro, mirar lo que provoca, sentir lo que toca, oír lo que proponellorar lo que dispone.

Todo camino puede andar.

Y en el maaaar. Naufragó una balsa que nunca zarpó.

En un momento vas a ver
que ya es la hora de volver
pero trayendo a casa
todo aquel fulgor
y para quién!

Vi tantos monos, nidos, platos de café.
Platos de café.

Ya no poses nena, todo eso es en vano
como no dormir.
Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo tiempo por pasado fue mejor.

(Yo te amo tanto que no puedo despertarme sin amar
y te amo tanto que no puedo despertarme sin amar).

Hoy te amo ya y ya es mañana.
Mañana.

Spinetta mezcla a Artaud con Vincent Van Gogh, con el verde con el pájaro, con el amarillo con la guitarra, con la electricidad, con las palabras.

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