sábado, 22 de diciembre de 2012

Entre las cositas que (dejaste).


Nunca me gustó encontrar el sentido de las cosas,
creo que todas las cosas que siempre me llamaron la atención no tienen un porqué, de por qué son así, de por qué están ahí.
Y que lo que más me gusta es la espontaneidad, eso que nace de que porque sí, porque el momento estaba ahí.
Todo lo que fuimos (si es que en realidad fuimos) se creó y formó de a momentos.Y de repente fuiste vos.
Fuiste vos todo lo que sin darme cuenta estaba queriendo encontrar. 
Ahora veo que el tiempo no me espera y los momentos se van con el viento.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Los autonautas de la cosmopista.

Julio Cortázar quiso marginarse de la novela y el cuento y abordó un proyecto casi delirante; viajar por la Autopista del Sur entre París y Marsella, en combi y con el compromiso de no salir nunca de la ruta y tocar dos paradas cada día. Cortázar y su mujer Carol Dunlop, hicieron su expedición en una combi Volksvagen a la que bautizaron Fanfer, a manera de homenaje al famoso dragón wagneriano. Ellos mismos se nominaron Lobo y Osita, y fueron mucho más allá del relato de experiencias, del simple diario de viaje. "Los autonautas de la cosmopista" es un cúmulo de observaciones, un notable compromiso sobre la naturaleza del hombre y de las cosas, una estupenda relación de hechos convividos, soñados o imaginados por la pareja. El humor está presente. Y la ternura. Y el indudable amor que Cortázar y Carol se confesaban. Como él mismo lo dice en el último tramo del libro, viajaron a Nicaragua poco después de concluída la expedición. Al regresar a Francia, Carol ya había empezado a declinar y el 2 de noviembre de 1982 su mujer- su compañera- murió. "A ella le debo, como le debo lo mejor de mis últimos años, terminar solo este relato", dice Cortázar en el párrafo final y concluye:
"Bien sé Osita, que habrías hecho lo mismo si me hubiera tocado procederte en la partida, y que tu mano escribe, junto con la mía, estas últimas palabras en las que el  dolor no es, no será nunca más fuerte que la vida que me enseñaste a vivir como acaso hemos llegado a mostrarlo en esta aventura que toca aquí su término pero que sigue, sigue en nuestro dragón, sigue para siempre en nuestra autopista".

lunes, 10 de diciembre de 2012

En mi cocina.

Hoy te voy a esperar
en mi cocina
aunque en nada hayamos quedado.
Y al poner la pava
yo seré feliz
sabiendo que pronto vas a volver,
y si el cuento no lo creo
rogaré que el reloj se pare 
así yo quedaré congelada con una sonrisa en la cara.

Hoy te voy a esperar 
aunque no existas
y la pasaré muy bien
organizando qué hacer, 
qué lugares podemos recorrer,
qué recitales criticar,
en qué plaza nos podemos besar,
y si el cuento no lo creo 
rogaré que el reloj se pare 
así yo quedaré congelada con una sonrisa en la cara.

Hoy te voy a esperar 
aunque no existas...