viernes, 24 de febrero de 2012

Inútiles pensamientos.

No hay nadie en casa. Se cortó la luz.
Silencio. Mucho silencio
que hace que este aire se vuelva cada vez más denso
y me cueste respirar en mi pequeñez
Me ves? Estoy acá,
a bajo de la mesa del comedor,
tirada en el piso
tratando de soportar este calor de mierda
que pesa más que esas cosas que preferiría no saber.
Me siento sola, pero es sólo por mi culpa.
No me gusta cuando pienso en otro día sin vos
hace darme cuenta 
lo poco consciente que sos de lo que me pasa.
no te culpo. Es estúpido
considerando que sé que nunca vas a estar presente
Aunque a veces pueda sentirte cerca de mí.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Sólo soy un pececito.


Ayudame con algo me dijo el Esteban,

“es un ejercicio que es de ir poniendo versos

uno y uno vamos poniendo y hacemos algo”…


Será que la vida me hizo así

no pienso más.

en qué me puedo convertir

sólo soy un pececito

pero por querer ir al cielo no me quiero morir

así que yo miro,

observo

desde acá

te miro

te observo

desde acá.

y me pregunto si aquí es donde debo estar

 y te pregunto si allí es donde debes estar.

 si voy a quererte

 entonces voy a dejar que decidas,

 si voy a amarte dejame que viva

porque sin un poco de amor mi vida no creo que consiga

 que los días pasen sin esperar el sol

 sin esperar la lluvia,

 el aire se va a templar cuando así lo quiera

 ni mis ansias de tu espera lo van a negar

 que el aire se va a templar cuando así lo quiera.

                                                                         

                                                                                      Esteban  y Amalia.

viernes, 17 de febrero de 2012

Te extraño.


Me quedo parada mirando a la nada

colgada

mi mente en la nada

estoy vacía.

Mis pies arraigados al suelo como raíces que se sujetan al piso

y no me dejan avanzar.

Escucho esas canciones pasar,

algo me paraliza.

Me siento vacía por dentro

sin embargo me pesa todo el cuerpo

y las raíces crecen,

me sujetan y me tiran fuertemente hacia abajo,

me duele

y nada de lo que pudiera hacer sería bueno…

no puedo pensar,

no puedo sentir,

sólo te extraño.

A estos hombres tristes.

Salva tu piel, la ciudad te llevó el verano. 
Ponte color, que al morir los hombres son blancos
más blancos
que al volar sin volver, 
sin volver, que al volar sin volver. 
Tú tienes pies y tienes manos
pero no se ven. 
Si tus pies hoy nacieron viento
déjalos correr
y si tus manos con las plantas, 
déjalas crecer. 
Vive de azul, porque azul
no tienes domingos
Ríete al fin, que llorar
trae tanto frío
Mas frío, que olvidar como ver, 
como ver, que olvidar, como ver. 
Una vez vi que no cantabas
y no se porqué
si tienes voz , tienes palabras
déjalas caer
cayéndose suena tu vida
aunque no lo creas. 
Cuanta ciudad, cuanta sed
y tu un hombre solo. 
Cuanta ciudad, cuanta sed
y tu un hombre solo. 
Cuanta ciudad, cuanta sed
y tu un hombre solo. 
Cuanta ciudad, cuanta sed
y tu un hombre solo. 
Cuanta ciudad, cuanta sed
y tu un hombre solo.

                
                                     Intérprete: Almendra.
                                     Autor: Luis A. Spinetta

domingo, 12 de febrero de 2012

Soledades





Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
                             no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
                                            presoledad

después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad

ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
                   solo en el mundo

sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo

los datos objetivos son como sigue
hay diez centímetros de silencio
       entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
        entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
     entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola

si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buena gente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad

conforme
              pero
que vendrá después
de la soledad

a veces no me siento
                           tan solo


si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
                                 y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
                          de la soledad.



                                                                 Mario Benedetti
                                                            (En Poemas de Otros)

sábado, 11 de febrero de 2012


Tan profundo hasta mí.

Llegaste tan profundo hasta mí

y ahora, tan lejos …

te  conozco más de lo que pensás

te conozco más de lo que pienso.

Por qué me hacés dudar tanto?

No te voy a poder alejar,

lo sé , lo asumí

porque aunque estés allá lejos

cada vez te encuentro más presente.

jueves, 9 de febrero de 2012

miércoles, 8 de febrero de 2012

Ya está.


Pienso en vos y en que vas a volar,

Porque luego del temporal, luego renacerás

Más fuerte que antes

correrás.

Te veré insistir  y tu rostro chocará contra el viento…

 ya está

Luego de algún tiempo,

Pero ya está

Lo que quieras lo vas a lograr

No pienses mal, que aunque el cielo esté gris

Tenés todo para triunfar

Luego de algún  tiempo,

Ya está.

Dejarse llevar.


Qué difícil es soltarse, dejarse llevar

No aferrarse a lo seguro, lo tangible,

a lo que es porque es sin ningún otro sentido.

Qué difícil es vivir acorde a un pensamiento abstracto

que nadie conoce por completo.

No buscamos en ese misterioso abismo

por miedo a no saber qué somos capaces de encontrar

y eso es lo que nos mantiene aferrados a lo seguro,

a lo que es aceptado por el colectivo general.

Por eso es que podemos: observar  lo que podría haber sido

 desde la seguridad de que hicimos lo que creímos que era correcto,

o soltarse al abismo de lo que puede ser.
Hoy que estoy tan alegre, qué me dicen,
me miro el pecho y río, miro me
la estatura, el reloj, los pantalones, 
tan alegre y me río, la camisa
me miro a carcajadas, vea usted, 
este asunto comienza en mi esqueleto
(perdón por la palabra) estoy alegre
compañero, le digo, cuello arriba
y cuello abajo río, qué es no sé,
me levanté tan simple como siempre
y tan juan como suelo entré a la calle,
salud, ciudad, le dije, acaricié
la mañana de paso, fui hasta el hombre
más triste y le di un sueño,
compañero
qué me pasa, me río y qué es no sé,
tengo un tumulto de violines vivos, 
me nace un pájaro en la boca,
¡al tren!
¿quién se ha muerto? ¡mentira!
los marinos
se enamoran de una estrella
¿y qué?
salud, ciudad, le dije, compañero,
y en una esquina el aire le besé
como un loco, me miran los zaguanes,
las ventanas, un árbol, qué es no sé,
me sacudo el recuerdo, los pañuelos,
las caricias de anoche, busco en
mis ojazos de pibe entre cuadernos,
violetas tiernas y una madre y qué
me pasa, estoy alegre, río, corro,
me encantan los zapatos,
los zapatos,
ciudad, ciudad hoy te amo como nunca,
hoy te hiero, apenas hoy si te 
toco, apenas si rozo tu armadura
de asfalto y piedra y barro y hombres de
cajón y viento, apenas si te digo
mañanero, salud.
Y me detengo.
Me río.
Estoy alegre.
Y qué es no sé.
                                  
(En Violín y otras cuestiones)


                                                     Juan Gelman.